Mexicana por nacimiento, nómada de corazón. Actualmente vive en Montemorelos donde nostálgicamente escribe, donde la única melodía es la compañía de sus dos perros, una cabra que se cree perro, un gato que se cree tigre y quince gallinas guajoloteras.
Donde el único sonido de interferencia es la lluvia, donde la única luz es la de los tiernos amaneceres y el aullido de la luna llena.